Existen diferentes tipos de tecnología que se usan para filtrar el agua, pero el más conocido y usado actualmente es el de ósmosis inversa, cuyo principio de funcionamiento es el mismo que el de las desalinizadoras de agua en el mar. Lo primero que debes hacer es comprarlo e instalarlo, abrir el suministro de agua, para luego dejar que el agua se desplace y por último hacerle mantenimiento.
- Lo primero es comprarlo e instalarlo
El primer paso al que debes recurrir es buscar el filtro de ósmosis inversa que se adecúe a tu hogar, esto dependerá del espacio que tengas disponible para él, la cantidad de agua que desees purificar diariamente para el consumo humano y el precio que estés dispuesto a pagar. Vía online encontrarás innumerables ofertas y podrás comprar fácilmente el purificador que necesitas.
Este tipo de sistemas puedes instalarlo en tu dispensador de agua, en el refrigerador, en la línea de agua fría del fregadero o en la máquina de hielo; luego de la correcta instalación, bien sea siguiendo los pasos que aparecen en su caja o con la ayuda de un profesional, el agua pasará primero a través del sistema de filtración de agua antes de tú obtenerla.
- Abrir el suministro de agua
Aunque pueda parecer obvio, recuerda que necesitas abrir el suministro de agua que enciende el sistema de ósmosis inversa, ya que dicho aparato necesita presión para empujar el agua a través de la membrana de los filtros, y que finalmente el agua que obtengamos sea purificada y no contenga microorganismos o alta concentración de sal y minerales que afecta el funcionamiento de tu cuerpo.
- El agua pasa y se cumple el proceso
Al desplazarse el agua a través de los filtros del equipo, el sistema de ósmosis inversa tiene una serie de membranas que son semi-permeables por las que el agua al transitar por allí es limpiada, pues los contaminantes quedan del otro lado del filtro y obtienes de manera segura el agua que haz de beber.
- Mantenimiento y prevención
Recuerda que el buen funcionamiento de tu filtro de agua va a depender del trato que le des y del mantenimiento a tiempo. Es importante que cambies los filtros cada 6 u 12 meses mientras que el post filtro debes sustituirlo cada 3 años o cuando se observe menor calidad del agua.
Los filtros que cumplen con el proceso de ósmosis inversa son la mejor opción para gozar de agua de buena calidad y libre de sustancias contaminantes, por lo que estarás tranquilo de que el agua que tú y tu familia consumen es totalmente potable.